IMAGEN:Porcentaje de obesidad por paises.clica encima de la imagen para verla mas grande.
Dice en una entrevista el economista y sociólogo Raj Patel:
Hay 800 millones de famélicos y 1.000 millones de obesos.
El hambre y el sobrepeso son síntomas del mismo problema. Están vinculados entre sí por las cadenas de producción que llevan los alimentos desde el campo hasta la mesa.
¿Vinculados en qué sentido?
El control del sistema alimentario mundial está en manos de unas pocas empresas. Unilever, que controla el 90% del mercado mundial del té; Cargill y supermercados como Wal- Mart, Tesco o Carrefour. Ellos nos venden comida que tiene lo que nuestros cuerpos desean: azúcares, grasas, sal.
Si lo desean nuestros cuerpos...
Aparentemente, los súper ofrecen libertad de elección, pero nuestros instintos están manipulados por su estructura misma. ¿Se ha fijado en que hay panaderías a la entrada?
Sí.
Es uno de los últimos inventos. No las instalan porque ganen dinero vendiendo pan, sino porque el olor a pan invita a entrar y a comprar más.
¿Así de fácil?
Sí. Ya dentro, influyen la colocación de los productos en los pasillos, el tipo de iluminación, la música. Te encuentras cientos de cereales con un porcentaje de azúcar elevadísimo, pero nadie te anima a comprar frutas y verduras de temporada.
¿Qué no hay que echar nunca en el carro de la compra?
Si quiere morir pronto, eche en él todos los productos que tengan una larga lista de ingredientes. Ya sabe, colorantes, conservantes, saborizantes, antioxidantes. Añada los congelados, precocinados, fritos de antemano, caramelos y chocolates.
¿Suspende a los chocolates?
Uno de los principales productores de cacao del mundo es Costa de Marfil. Sabemos con certeza que en sus plantaciones trabajan niños esclavos. Así que, detrás de una barrita, están esos niños. Además, si mira la lista de ingredientes de la barrita verá que aparece la lecitina.
Extraña la lecitina.
Es un subproducto de la soja que mantiene la grasa y el agua unidos. En Brasil, hay 50.000 esclavos agrícolas que trabajan en los campos de soja. ¡Más esclavos para el chocolate!
Volvamos al súper. En concreto, a los departamentos de compras.
Los campesinos de los lugares más remotos del planeta son víctimas de los dictados de esos departamentos de compras. El de Carrefour, por ejemplo, es el que le dice a los payeses de Lleida: "No produzcáis vuestras manzanas, sino esas que brillan más y aguantan mejor el transporte". ¡No saben a nada!
¿Así de fácil?
Sí. Ya dentro, influyen la colocación de los productos en los pasillos, el tipo de iluminación, la música. Te encuentras cientos de cereales con un porcentaje de azúcar elevadísimo, pero nadie te anima a comprar frutas y verduras de temporada.
¿Qué no hay que echar nunca en el carro de la compra?
Si quiere morir pronto, eche en él todos los productos que tengan una larga lista de ingredientes. Ya sabe, colorantes, conservantes, saborizantes, antioxidantes. Añada los congelados, precocinados, fritos de antemano, caramelos y chocolates.
¿Suspende a los chocolates?
Uno de los principales productores de cacao del mundo es Costa de Marfil. Sabemos con certeza que en sus plantaciones trabajan niños esclavos. Así que, detrás de una barrita, están esos niños. Además, si mira la lista de ingredientes de la barrita verá que aparece la lecitina.
Extraña la lecitina.
Es un subproducto de la soja que mantiene la grasa y el agua unidos. En Brasil, hay 50.000 esclavos agrícolas que trabajan en los campos de soja. ¡Más esclavos para el chocolate!
Volvamos al súper. En concreto, a los departamentos de compras.
Los campesinos de los lugares más remotos del planeta son víctimas de los dictados de esos departamentos de compras. El de Carrefour, por ejemplo, es el que le dice a los payeses de Lleida: "No produzcáis vuestras manzanas, sino esas que brillan más y aguantan mejor el transporte". ¡No saben a nada!
Empiece a dar soluciones.
Un paso enorme sería no comprar en el súper. Los productores de la zona no son más caros, ofrecen más variedad y el dinero no se fuga fuera.
Esa idea tropieza con las prisas.
Pues es algo a cambiar. En EEUU se puede consumir en el coche, yendo de un trabajo a otro, una ración de patatas fritas con salsa de queso de un fast food. ¡Tiene 3.000 calorías! Una alternativa es el slow food, un movimiento que sabe que, para disfrutar de la comida, se necesita tiempo y dinero. Presionan sindicalmente para conquistar dos horas para almorzar y el aumento del salario mínimo de los trabajadores.
Más sugerencias.
Han tenido casos de vacas locas, ¿no? Hay que cambiar la forma en que se produce la comida, porque la actual no es sostenible. Se necesita una caloría de combustible fósil por cada caloría de comida que producimos. Reinventemos el futuro.
¿Alguien lo intenta ya?
En Brasil, por ejemplo, el movimiento de los sin tierra ha tomado tierras infrautilizadas y cultivan comida de verdad. Se organizan en comunidades, abren escuelas y tienen una tasa de desarrollo muy superior a la de los programas trazados por el Gobierno para la soja. Y luego hay iniciativas pensadas para los niños.
Candidatos al sobrepeso.
Los niños que viven en familias que disfrutan de la comida crecen más sanos. De lo contrario, al menos en EEUU, están condenados a morir cinco años antes que sus padres.
Recreo comestible.
En California se ha puesto de moda el recreo comestible. Durante las horas de patio, los niños cultivan un huerto. Ven cómo crece lo que comen.
EEUU es capaz de lo mejor y de lo peor.
Hay analistas que dicen que la guerra de Irak es una guerra vinculada a la comida. "Es la conquista del petróleo que comemos", dicen. Lo cierto es que, antes de que entrara la ayuda humanitaria a Bagdad, ya habían abierto un Burger King.
¿España va bien?
Es el segundo país dela UE en el que más rápido ha crecido la obesidad, por detrás de Gran Bretaña. Y es por la multiplicación de los fast food. Tengan mucho cuidado.
Un paso enorme sería no comprar en el súper. Los productores de la zona no son más caros, ofrecen más variedad y el dinero no se fuga fuera.
Esa idea tropieza con las prisas.
Pues es algo a cambiar. En EEUU se puede consumir en el coche, yendo de un trabajo a otro, una ración de patatas fritas con salsa de queso de un fast food. ¡Tiene 3.000 calorías! Una alternativa es el slow food, un movimiento que sabe que, para disfrutar de la comida, se necesita tiempo y dinero. Presionan sindicalmente para conquistar dos horas para almorzar y el aumento del salario mínimo de los trabajadores.
Más sugerencias.
Han tenido casos de vacas locas, ¿no? Hay que cambiar la forma en que se produce la comida, porque la actual no es sostenible. Se necesita una caloría de combustible fósil por cada caloría de comida que producimos. Reinventemos el futuro.
¿Alguien lo intenta ya?
En Brasil, por ejemplo, el movimiento de los sin tierra ha tomado tierras infrautilizadas y cultivan comida de verdad. Se organizan en comunidades, abren escuelas y tienen una tasa de desarrollo muy superior a la de los programas trazados por el Gobierno para la soja. Y luego hay iniciativas pensadas para los niños.
Candidatos al sobrepeso.
Los niños que viven en familias que disfrutan de la comida crecen más sanos. De lo contrario, al menos en EEUU, están condenados a morir cinco años antes que sus padres.
Recreo comestible.
En California se ha puesto de moda el recreo comestible. Durante las horas de patio, los niños cultivan un huerto. Ven cómo crece lo que comen.
EEUU es capaz de lo mejor y de lo peor.
Hay analistas que dicen que la guerra de Irak es una guerra vinculada a la comida. "Es la conquista del petróleo que comemos", dicen. Lo cierto es que, antes de que entrara la ayuda humanitaria a Bagdad, ya habían abierto un Burger King.
¿España va bien?
Es el segundo país de
Y ahora una comprobación sobre como anda de saludable vuestro cuerpo serrano. Para ello debéis utilizar lo que se conoce como el Índice de masa corporal (IMC) y que es el indicador nutricional que resulta de dividir vuestro peso en kilogramos entre el cuadrado de vuestra altura expresado en metros.
Índice de masa corporal (IMC)= Peso (Kg) / (altura (m))2
Por ejemplo, para una persona adulta , un peso de 74 kg y una altura de 1,75 metros resulta:
IMC= 74 Kg / (1,75)2 = 24,16
El IMC ideal es aproximadamente de 21,5 para una mujer y de 22,5 para un hombre, resultando según la Organización Mundial de la Salud de la Organización de las Naciones Unidas:
IMC menor de 16 : criterio de ingreso
De 16 a 16.9 : peso muy bajo
De 17 a 18.4 : peso bajo
De 18.5 a 24.9 : peso normal (saludable)
De 25 a 29.9 : sobrepeso
De 30 a 34.9 : sobrepeso crónico (obesidad de grado I)
De 35 a 39.9 : obesidad premórbida (obesidad de grado II)
De 40 a 45 : obesidad mórbida (obesidad de grado III)
Mayor de 45 obesidad hipermórbida (obesidad de grado IV)
Si os da pereza hacer cálculos, clic aquí y con solo introducir altura y peso sabréis vuestro IMC(indice de masa corporal).
Otro indicador de salud es el Índice cadera-cintura (ICC) que se entablece por la relación entre el perímetro de cintura a la altura de la última costilla flotante y el perímetro de la cadera a nivel de los glúteos.
ICC= Perímetro de cintura (cm) / Perímetro de cadera (cm)
Un ICC normal para mujeres se encuentra comprendido entre 0,71 y0,85 y uno normal para hombres entre 0,78 y 0,94. Valores mayores implican Síndrome androide ( Cuerpo de manzana) y menores el Síndrome vaginacoide (Cuerpo de pera).
FUENTE:es.pasado.com