viernes, 14 de diciembre de 2007

La intuición.




La intuición

La función más elevada y propia del nivel mental superior es la intuición. Materializando nuestra estructura psíquica por medio de una comparación, diríamos que el nivel mental superior en el que tiene asiento la facultad intuitiva viene a ser como un departamento que tuviéramos encima de la mente desde el que se divisara un amplia perspectiva, que nos permitiera verlo todo con claridad y lucidez asombrosa.

La experiencia personal nos asegura que en señalados momentos tenemos la evidencia, por ejemplo, de que el asunto que llevamos entre manos lo resolveremos acertadamente, o de que no puede llegar a feliz puerto por tal motivo; y lo mismo respecto a otras personas: por ejemplo, que tal amigo se estrellará si prosigue empeñándose en aquel asunto, etc. La existencia de estas evidencias es hecho comprobado. Pero no tratamos aquí de demostrarlo sino que lo damos por supuesto y queremos hacer ver que, siendo la intuición una facultad humana, puede ser cultivada hasta usarla corrientemente en nuestra vida. La capacidad intuitiva no es privilegio de pocos, ni se necesitan condiciones internas excepcionales.

Si nos hemos olvidado de ella y no nos preocupamos siquiera de usarla en nuestra vida ordinaria se debe, una vez más, a que no dejamos un resquicio de descanso a nuestra mente concreta. Nos domina la costumbre de pensar, siempre que somos conscientes de lo que hacemos: cuando no tenemos nada entre manos, nos lo buscamos, leyendo una novela, resolviendo crucigramas, yendo al cine, hasta buscándonos nuevos problemas, situaciones estimulantes sobre las que pensar. Sólo dejamos de seguir el camino trillado de la mente concreta cuando el cansancio físico o mental nos lleva a estados de ensoñación o dejamos divagar blandamente la imaginación sin objetivo fijo.

(del libro de A.Blay Fontcuberta,Energía personal)